La creación de una empresa es una de las decisiones más importantes que un emprendedor puede tomar (define el futuro de cualquier emprendedor). En un mundo cada vez más globalizado, el llegar a la conclusión de dónde establecer dicha empresa es fundamental para su éxito. España, como miembro destacado de la Unión Europea, se presenta no solo como una opción viable, sino como una de las mejores elecciones (o la mejor) para establecer un negocio. En este contenido, exploraremos las inigualables ventajas de constituir una empresa en España, contrastándolas con las desventajas y desafíos que pueden surgir al elegir otros países de la UE.
1. Un entorno empresarial atractivo y amigable
Establecer una empresa en España es un proceso relativamente sencillo aunque puede variar según el tipo de entidad elegida y cada vez más eficiente, claro, simplificado y accesible. Los pasos típicos incluyen:
- Obtención del Certificado Negativo de Nombre (una vez elegida la forma jurídica): Este documento asegura que no existe otra sociedad con el mismo nombre que la que se pretende constituir
- Apertura de una Cuenta Bancaria Empresarial única y exclusiva: En ella se depositará el capital social mínimo.
- Elaboración de los estatutos sociales: En ellos se recogen varios datos esenciales, como la denominación de la empresa, el capital con el que se inicia el negocio, el domicilio social así como el órgano administrativo, el reparto de dividendos…
- Escritura ante notario: Para formalizar todos los trámites de creación de tu empresa
- Adquisición del Número de Identificación Fiscal (NIF): Es esencial para operar legalmente (mediante modelo 036)
- Constitución de la empresa en el Registro Mercantil: Para obtener la plena competencia jurídica
- Adquisición del NIF definitivo: También a través del modelo 036 (con la casilla 120 marcada)
En Alemania pasa todo lo contrario pues aunque se trata de una de las economías más fuertes de Europa, el proceso de creación de empresas es notablemente burocrático (gran cantidad de documentación, múltiples formularios, registros en distintas oficinas…). Además el coste de constituir una sociedad de tipo limitada es de 25.000€, muy superior al de otras grandes economías europeas.
Adicionalmente España se está convirtiendo rápidamente en un hub para startups, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona. Estas urbes ofrecen tanto Incubadoras y Aceleradoras así como Networking ya que aquí la cultura empresarial fomenta la colaboración y el intercambio de ideas, lo que puede ser crucial para el crecimiento de un negocio.
2. Ventajas fiscales y financieras excepcionales
Aunque si bien es verdad que España es uno de los países con impuestos más altos de la UE, existen deducciones y ayudas fiscales que pueden beneficiar a las nuevas empresas de gran manera siendo uno de los aspectos más atractivos para los emprendedores. Por ejemplo, aunque se aplica un tipo impositivo del 25% sobre sociedades, las empresas emergentes disfrutan de un tipo reducido del 15% durante los dos primeros años, lo que es una ventaja significativa.
Además, la ley española ofrece deducciones significativas por inversión en I+D, lo que puede reducir aún más la carga fiscal de una corporación, así como una infinidad de subvenciones y ayudas regionales cuya disponibilidad es para todo tipo de emprendedores es notable permitiendo que nuevos negocios se establezcan con un respaldo financiero sólido especialmente en sectores como tecnología, energías renovables y turismo.
Todo lo contrario ocurre en Francia, siendo uno de los países con mayor carga fiscal para las empresas en Europa donde además de su notable tasa impositiva para las empresas, los impuestos sobre el trabajo son significativamente altos, lo que hace que constituir una empresa allí sea más costoso
En cuanto a la financiación, su acceso en España es amplio y variado ya que existen múltiples entidades que ofrecen productos financieros específicos para startups, facilitando el capital necesario para el crecimiento. También en los últimos años, el acceso a inversores privados (Fondos de capital riesgo y Business Angels) ha crecido exponencialmente debido a un cambio de mentalidad que ha llevado a distintas personas a querer respaldar ideas innovadoras de emprendedores incluso en fases iniciales y con riesgo.
En Países Bajos por ejemplo, el costo de vida elevado y los altos requisitos de inversión inicial pueden desalentar a emprendedores más pequeños o emergentes. Además, el mercado de financiación está más enfocado en sectores específicos como fintech y menos en otros sectores emergentes.
3. Un Mercado Amplio y Diversificado en España
España, con su población de casi 47 millones de habitantes (cuarto país más grande de la UE) y su posición estratégica entre Europa y América Latina (gran acceso a mercados de habla hispana), ofrece un mercado atractivo para empresas de todos los sectores. Esta diversidad cultural también se traduce en una variedad de oportunidades comerciales.
En el caso de Eslovenia con una población de apenas 2 millones, el mercado es extremadamente limitado. Las empresas que buscan expandirse más allá de sus fronteras nacionales una vez instaladas pueden encontrarse con dificultades.
Centrándonos ya en el mercado de trabajo, España cuenta con una población joven y altamente educada, lo que facilita el acceso a una fuerza laboral con mucho talento. Las universidades españolas producen una gran cantidad de graduados en campos relevantes, lo que permite a las empresas acceder a un pool de talento competitivo.
En Suecia, aunque hay también grandes talentos, los altos salarios y los costes asociados a los beneficios sociales también suponen una enorme carga para las empresas (lo mismo ocurre en Dinamarca donde además el coste de vida es uno de los más elevados de Europa, lo que impacta negativamente en la atracción de talento).
4. Estabilidad Política y Social
España es un país que, a pesar de sus desafíos económicos, ofrece un entorno político y social más estable (seguro y predecible que permite planificar a largo plazo) en comparación con otros países de la UE que pueden estar experimentando tensiones políticas o económicas.
En Hungría, la creciente preocupación por la erosión de la democracia y la independencia judicial en Hungría ha llevado a una disminución de la confianza de los inversores, creando una incertidumbre natural para nada positiva.
Como vemos, España no solo ofrece un entorno empresarial atractivo, sino que se destaca frente a otros países de la UE que, a pesar de tener economías sólidas, presentan barreras significativas en términos de burocracia, costes fiscales y laborales. Es la elección más inteligente para los emprendedores que buscan un entorno favorable y competitivo con un marco legal claro, ventajas fiscales, acceso a financiación, un mercado amplio…
Si finalmente se decide a crear una empresa aquí en España, Settledown puede ayudarle a establecer su negocio de una manera sencilla y rápida y a cumplir con todas sus obligaciones legales y fiscales. No dude en contactarnos si tiene alguna duda o requiere de información adicional.